lunes, 13 de junio de 2011

El australiano Dietrich Wegner es de esos artistas con cierta capacidad para tocarle la moral al personal con sus creaciones.







El australiano Dietrich Wegner es de esos artistas con cierta capacidad para tocarle la moral al personal con sus creaciones. Lo mismo lo consigue llenando un museo de anos gigantes que tatuando bebés con logos empresariales. En el caso de estos últimos, ha querido darle la vuelta al dato de que cada niño ve una media de 40.000 anuncios al año (¡contando sólo los de la televisión!) para convertirlos a ellos mismos en anuncios gateantes. Dice la web del señor Dietrich:


Cada sociedad acumula contradicciones entre sus ideales. Dietrich Wegner utiliza esas contradicciones poniendo los contrarios juntos en esculturas y fotografías que que se alimentan de sus fricciones. Cuando una imagen está en el limbo, ocupa un lugar flexible en nuestra mente.
visto en ATIVISMO

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